EPASI: Un Modelo para la Infancia

EPASI: Un Modelo para la Infancia

Evaluación externa de la Consutora Sueca Dragon & Media, presentada a PMU INterLife, Suecia, Estocolmo.

Miriam Winroth Mondragon
Dragon Media and Projects
Marzo 2011

2004-2005 (No 11104001) “Alcanzando a los Niños con la prevención del Abuso Infantil”

2005-2008 (No 11105021) “Promoción, aplicación y defensa de los Derechos de los Niños en el norte de Argentina. Transformando políticas sociales para protegerlos contra toda forma de violencia”

2010-2011 (No 11109001) “Difusión Metodológica de la Prevención del Abuso Sexual Infantil”

ACEAD / Iglesias Pentecostales de Finspång-Skärstad / PMU InterLife / Asdi

E.P.A.S.I.
Equipo de Prevención del Abuso Sexual Infantil
Tucumán, Argentina

Informe de Evaluación

Contenido - Resumen ejecutivo

1. Antecedentes

Marco conceptual y contexto sociopolítico de las intervenciones

El propósito de la evaluación

La metodología de la evaluación

2. Descripción de los socios contrapartes

3. Análisis y evaluación de las actividades centrales de los proyectos

A. Talleres de Prevención para niños y adolescentes

B. Grupos de promoción a los Derechos del Niño y Talleres “resilentes”

C. Capacitación a maestros, profesionales, líderes de iglesias y padres de familia

D. Formación de agentes psicosociales, Postgrado en Prevención del ASI y cursos para preventores

E. Talleres Género Sensitivos

F. Talleres de Contención emocional para adultos

G. Casos paradigmáticos

H. Capacitación y contención emocional para el equipo

I. Trabajo en redes y difusión

4. Los materiales y métodos de enseñanza

A. Materiales e instalaciones

B. Enseñanza

C. Seguimiento

5. La situación de género en los proyectos

6. Administración y manejo financiero

A. Rutinas y procedimientos para el manejo financiero

B. El presupuesto

C. El manejo del proyecto

7. Recomendaciones generales

Anexo 1. Dibujos de niños sobrevivientes de Abuso Sexual

 

Sumario Ejecutivo

Durante el período 2004-2010 la Iglesia Pentecostal de Finspång y Skärstad presentan, junto con ACEAD  (Asociación Cristiana Evangélica Asamblea de Dios) de Tucumán, cuatro propuestas de proyecto a PMU  Interlife; la propuesta: “Childhood protagonist in the change of structures: Creating critical thought in Childhood” (2009) es financiada por Radiohjälpen, la cual no es tomada en cuenta en esta evaluación.
Las propuestas presentadas y aprobadas por PMU InterLife e implementadas por EPASI son las siguientes:

  • 2004-2005 No 11104001 “Alcanzando los Niños con la prevención del Abuso Infantil”
  • 2005-2008 No 11105021 “Promoción, aplicación y defensa de los Derechos de los Niños en el norte de Argentina. Transformando políticas sociales para protegerlos contra toda forma de violencia”
  • 2010-2011 No 11109001 “Difusión Metodológica de la Prevención del Abuso Sexual Infantil”

A finales de 2010 PMU InterLife decide enviar a la consultora Miriam Winroth Mondragón para evaluar tres de los cuatro proyectos ejecutados por EPASI. El propósito fue analizar el modelo y la estrategia de implementación de las intervenciones, así como proporcionar un marco de recomendaciones generales para ejecutar un proceso más enfocado en la promoción y defensa de los derechos de la niñez y de los jóvenes.

La consultora visitó San Miguel de Tucumán, provincia de Tucumán, Argentina, del 10 al 20 de abril del año 2011. Ella condujo un taller de evaluación que se complementó con observaciones, hechas durante la visita realizada a una de las áreas de proyecto (esto debido a que el proyecto está en la fase de conclusión), y además entrevistó a los distintos actores locales: beneficiarios, padres de familia, maestros, responsables de otras ONG, autoridades locales, del Poder Judicial etc.

Las conclusiones de la evaluación se resumen en los siguientes puntos:

  • Los proyectos son muy relevantes en todos sus puntos esenciales y han cumplido con las metas y objetivos de los mismos.
  • Dado a los resultados obtenidos en las intervenciones de EPASI, y debido a que el abuso sexual infantil no es un fenómeno que se da únicamente en América Latina, se recomienda a PMU Interlife promover la adaptación de los materiales de EPASI, y su respectivo modelo de capacitación, a otros contextos culturales, sin olvidarse del contexto sueco.
  • Existe un compromiso de parte de las autoridades y de la sociedad civil para con la labor de EPASI, lo cual sienta las bases para el trabajo en red y para que varios actores puedan unir esfuerzos y recursos económicos y técnicos para la prevención del abuso sexual infantil.
  • Las intervenciones tienen un enfoque muy amplio, con peligro de dispersión de esfuerzos. Para mayor impacto y para que se pueda medir los resultados a corto y largo plazo, deben utilizarse los futuros recursos en las áreas o actividades estratégicas identificadas y con grupos metas específicos, buscando el alineamiento y la creación de sinergias entre los diferentes componentes de la intervención.
  • Para que futuras intervenciones sean ejecutadas de forma sistemática es importante que se elabore un plan estratégico, con sus respectivos planes operativos anuales, que definan objetivos, indicadores y actividades. También es necesario elaborar un plan de seguimiento, para poder medir los logros y evaluar el proceso.
  • EPASI debe asegurarse de que se cumplan todas las rutinas y procedimientos que están plasmados en el nuevo Manual de Proyectos de PMU Interlife, sobre todo al tema de las contrataciones: estas deben ajustarse estrictamente a la legislación vigente en materia laboral en Argentina.
  • Se recomienda que PMU InterLife proporcione más acompañamiento y seguimiento a sus socios contrapartes.

El propósito de la evaluación también fue proporcionar recomendaciones generales para potenciar la estrategia y el concepto implementado por EPASI. A continuación se presentan las mismas:

El modelo de intervención para la protección de la niñez y prevención del Abuso Sexual Infantil (ASI)

A nivel macro: Incidencia, Concientización y Cambios estructurales/culturales

  • Junto a otros actores promover campañas en los medios de comunicación para lograr la visibilización de la problemática del abuso sexual infantil y demás tipos de violencia dirigida contra los niños.
  • Promover cambios estructurales a través de la elaboración de propuestas de ley, buscando aliados que estas puedan presentarlas en los órganos legislativos (parlamento local).
  • Sensibilizar, concientizar y capacitar a los operadores de justicia (policías, abogados y jueces) locales y provinciales.

A nivel micro: labor de prevención a nivel de grupos meta y trabajo para restaurar y hacerle justicia a los niños sobrevivientes del abuso sexual infantil, y a sus familias.

  • Involucrar tanto a los niños y adolescentes como a los padres de familia, maestros y profesionales para convertirlos en agentes educativos, formativos y preventivos.
  • Las intervenciones deben tener un claro enfoque familiar: promoviendo la participación activa de todo el núcleo y entorno familiar.
  • Promover una colaboración interdisciplinaria entre las diferentes entidades involucradas en el proceso de detección y la labor restaurativa con los niños y sus familias, para así asegurar la asegurar la protección y rápida atención a las víctimas.
  • Contar con competencia profesional en el área psicosocial, como en el área investigativa y judicial.

Redes y cooperación

  • Construir y fortalecer las relaciones con autoridades, instituciones y ONGs
  • Aprovechar el marco favorable en torno a los derechos humanos para hacer oír su voz institucional, visibilizar en la sociedad civil la problemática de la niñez abusada, y generar dinámicas de cooperación entre y con las instituciones interesadas y activas en el sector de la defensa y promoción de los derechos del niño.

 

Los Derechos del Niño

  • Dar a los proyectos dirigidos a niños y jóvenes un enfoque de derechos
  • Darle a conocer los derechos del Niño a los niños y niñas desde temprana edad para que sepan de sus derechos y responsabilidades y lo que estos significan en la práctica.

 

Rol cívico de las Iglesias que trabajan los Derechos del Niño

  • Fomentar la participación de más iglesias para la defensa de los derechos del Niño, capacitando preventores en las iglesias y motivando al liderazgo iglesiástico de apoyarlos en la tarea, aprovechando así las estructuras y el recurso humano que las denominaciones e iglesias poseen.

Es mi esperanza que el informe servirá para fortalecer los procesos positivos que ya se han iniciado como resultado de la labor de EPASI.

1. Antecedentes

Marco conceptual y contexto sociopolítico de la intervención

Argentina es el segundo país en tamaño en América Latina y el que está más al sur del continente. El país cuenta con una considerable diversidad geográfica y riqueza natural. En el plano político, Argentina tiene un sistema republicano federal, lo que significa que cada uno de sus 23 provincias tiene su gobernador, su propia constitución provincial y sus tribunales. La población aproximada de Argentina es de 40 millones de habitantes. Los indígenas y mestizos representan un porcentaje pequeño, la mayoría de los habitantes tienen raíces europeas.

Argentina tiene un pasado político complejo. La presencia de los militares en la vida social y política del país ha sido constante. Durante casi la totalidad de la segunda mitad del siglo XX, los militares tuvieron el control absoluto del país. Sin embargo, el desarrollo que tuvo la sociedad civil fue también enorme en relación con el resto de los países de América Latina: en Argentina se logró establecer y desarrollar una fuerte presencia de partidos políticos, sindicatos, organizaciones estudiantiles y eclesiásticas que fueron modelo para muchos otros. Sin embargo, la última dictadura militar dejó una herencia pesada y terrible para la sociedad argentina; los resultados alcanzados por los gobiernos militares en el periodo de 1976 a 1983 son considerados nefastos por la mayoría de los observadores y conocedores de la realidad argentina. La estrategia de control y represión de toda la sociedad civil practicada por los militares dejó un saldo oficial de 9,000 desaparecidos (aunque organismos de derechos humanos sitúan el número en 30,000) y aproximadamente 300,000 exiliados, muchos de ellos refugiados en Suecia. En el plano económico y social dejaron a un país quebrado y desvertebrado: en el período de los militares, la deuda externa se multiplicó y la oposición fue prácticamente eliminada por la acción de la violencia política practicada por los militares.

Aunque en cuanto a su desarrollo humano Argentina es, y ha sido, uno de los más avanzados en América latina, sigue vigente la inequidad social que se experimenta entre los distintos estratos sociales. Argentina sufrió una grave crisis económica y social en el año 2001 cuando desajustes en el sistema macro-financiero causados por la acumulación de la deuda externa, el pago de intereses por la deuda, y la caída de los precios de los productos de exportación, que sumado a otros factores internos de orden político, hirieron casi de muerte al aparato productivo. La crisis social y política hundió literalmente al país en el caos, y que apenas después de los dos últimos gobiernos comienza a mostrar vías de avance.

En el aspecto social y político, Argentina está recuperando su tradición de participación social y organización ciudadana: las organizaciones de la sociedad, especialmente las defensoras de los derechos humanos, se han multiplicado, superando los 100,000 de organizaciones legalmente registradas; además, la vida política se ha diversificado con la aparición de nuevos partidos políticos, nuevas organizaciones sindicales y de otros nuevos actores sociales (especialmente en el campo de la defensa y promoción de los derechos humanos) que enriquecen la vida social y política de la nación.

Tucumán es la provincia más pequeña de la República Argentina. Esta se encuentra ubicada en la región noroeste de Argentina, a 1,200 km de Buenos Aires. La superficie de la provincia es de 22,524 km, el 43% de ellos ocupados por montañas. A pesar de su escaso tamaño (la provincia más pequeña de Argentina), Tucumán goza de muchas ventajas naturales que han sido aprovechadas para convertir a la provincia en el “Jardín de Argentina”. La economía tucumana ha dependido mayormente de la agricultura, especialmente del cultivo y procesamiento de la caña de azúcar. Sin embargo, las diversas crisis experimentadas en este sector obligaron a buena parte de la población trabajadora a emigrar a otras provincias.

La población total de Tucumán es de 1.400.000 habitantes, la mitad de ellos viviendo en la capital San Miguel de Tucumán (900,000 habitantes). La población menor de 19 años es el 39 % es decir, unos 546.000 niños, niñas y adolescentes.

En el aspecto político, Tucumán fue una de las provincias más castigadas por la represión militar: los militares utilizaron a la provincia como laboratorio para sus prácticas represivas, lo cual dejó una buena cantidad de personas desaparecidas y muertos, situación que dejó heridas muy profundas en la sociedad tucumana.

En el plano social, la provincia de Tucumán presenta muchas carencias, en comparación mayores que en el resto del país: la mitad de la población no tiene ningún tipo de cobertura social o médica; el 25% de la población se encuentra por debajo del nivel de la pobreza, la tasa de mortalidad infantil es la más alta de Argentina, y una tercera parte de las viviendas presentan problemas de acceso al suministro de agua y de cloacas.

Cultura de violencia y silencio
Básicamente existen dos tipos de violencia, los cuales se manifiestan de acuerdo a los contextos y niveles sociales: en el plano macro hay lo que se denomina “violencia estructural”, la cual se ejerce de forma indirecta, y por medio de mecanismos de tipo económico, político, cultural e ideológico. En el plano micro, la misma violencia estructural se manifiesta ya de forma directa: estos son patrones de conducta heredados en el ámbito familiar, los cuales están reforzados por el marco de creencias, las ideologías, las costumbres, y la cultura en general que rodea el entorno familiar. Estas conductas violentas se manifiestan en abusos físicos, sicológicos y sexuales. En la mayoría de los casos las víctimas directas de la violencia son los más débiles y desamparados: las mujeres, los niños, los excluidos sociales.

El problema de la violencia en Argentina es de larga data. Cuando llegaron los descubridores implementaron la violencia como arma para exterminación física de la mayoría de los indígenas. Este proceso de eliminación de los “otros” se profundizó en las etapas posteriores de la independencia: la necesidad de ocupar y colonizar nuevas tierras para el cultivo supuso el casi exterminio de los indígenas que lograron sobrevivir durante la etapa colonial. La ideología de la violencia como forma para resolver conflictos y estrategia de control interno se fue consolidando en Argentina a lo largo del siglo XX por medio de la instauración de sistemas políticos y sociales de corte militarista y autoritario, lo cual se vio reforzado con la cultura machista heredada de los conquistadores españoles.

En este contexto, el silencio o más bien la cultura del silencio actúa como mecanismo reforzador de la cultura de la violencia: el silencio es cómplice de la impunidad y la arbitrariedad; cuando una víctima elige callar en vez de denunciar facilita la actuación libre e impune del violento. El silencio se sustenta en valores como la obediencia y el respeto al que está encima o arriba en la escala familiar y social.

Creación de EPASI
El Equipo de Prevención de Abuso Sexual Infantil (EPASI), el brazo social de la iglesia ACEAD, ha trabajado desde 1999 en la prevención y detección del maltrato infantil. El detonante del trabajo dirigido a la prevención, fue el hecho de que Viviana Salinas descubrió que muchos de los niños que la iglesia atendía en su comedor infantil sufrían de abuso sexual.

Este hecho fue lo que le impulsó a capacitarse en la temática y a graduarse como psicóloga social con especialidad en comunicación grupal. Ella llegó a formar lo que hoy es el Equipo de Prevención de Abuso Infantil (EPASI), equipo del que es fundadora y directora.

EPASI ha capacitado continuamente a su personal en conocimiento teórico y práctico relacionado con el abuso sexual infantil, así como también en el tratamiento para sobrevivientes del abuso y en métodos para prevenir que niños y niñas sean víctimas de violencia sexual, creando a la vez una gama de metodologías, materiales y abordajes innovadores de la temática de prevención de abuso sexual infantil y restauración de las víctimas de abuso, que serán descritas a continuación. Desde el año 2006, la organización ha contado con el apoyo de PMU InterLife.

El abuso sexual infantil
EPASI define el abuso sexual infantil como “la interacción con un niño o niña por parte de una persona en una situación de ventaja en relación a la víctima, para conseguir satisfacción sexual”. El Abuso Sexual es una forma de violencia que se manifiesta en una agresión contra la integridad del cuerpo y la mente de los niños y adolescentes, y es por consiguiente una grave violación a sus derechos humanos.

En muchos casos las agresiones provienen de personas del entorno familiar o cercano. A menudo, las víctimas se sienten solas y muchas veces no acuden a nadie. Ellas carecen de las herramientas para detener y denunciar el abuso. El acoso sexual es una experiencia insoportable para los niños, especialmente cuando hay involucrado un adulto. A la mayoría de los niños se les enseña a confiar en los adultos. Ellos tienden a creer que lo que dicen los adultos es verdad en lugar de confiar en sus propios instintos.

El abuso sexual es un fenómeno que siempre ha existido, pero en las últimas décadas ha experimentado un incremento dramático del abuso, debido fundamentalmente a la persistencia de los patrones culturales autoritarios, la pobreza, y últimamente al acceso a la pornografía que se presenta en los medios de comunicación (especialmente la televisión). Por otro lado, los mismos medios de comunicación y las nuevas tecnologías de información se han convertido en herramientas que facilitan la organización de redes de pedófilos y la trata de niños y adolescentes, lo cual es una forma de violencia contra la niñez y la juventud en Argentina y en el mundo. Según la organización ”Missing the children”sólo en Argentina desaparecen 600 niños cada año, esto sin que el tema sea tomado en cuenta en la agenda nacional. Se supone que los niños terminan en la prostitución, en la trata de niños o como víctimas de los traficantes de órganos.

Derechos especiales de los niños
La convención sobre los Derechos de la Niñez (CDN), aprobada por las Naciones Unidas en 1989, constituye un logro histórico al reconocer que los niños gozan de derechos especiales. Esta convención ha sido aprobada en todos los países (excepto en los EEUU y en Somalia). Uno de los derechos destacados en dicha convención es que los niños tienen el derecho a la protección contra todo tipo de abuso.


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