Abuso Sexual Infantil una Perversión Oculta

Abuso Sexual Infantil una Perversión Oculta

"La Lucía me mete en la cárcel, allí ella me toca mi pompona. Todos tocan mi pompona, ellos también se tocan sus partes intimas, se besan y me besan a mi, todos están juntos en la cama, la Lucía cuida la puerta para que nadie vea."

(Relato de una niña de 5 años)

Terror, odio, dolor, asco , verguenza, temor, miedo, repugnancia, impotencia son los sentimientos que nos invaden en nuestro interior y que nos dominan cuando escuchamos de abusos sexuales realizados a los más pequeños, que deberían disfrutar de su inocente mundo infantil, y sentirse protegidos por los adultos que los cuidan.
En el sistema que nos toca vivir, hablar de abuso sexual moviliza muchos sentimientos, a veces contrarios a nuestra estabilidad emocional, y recurrimos a "NO" creer, como un mecanismo de defensa interior para no comprometernos emocionalmente y menos espiritualmente, lo cual produciría un quiebre en la relación con "las personas de bien" de las cuales nos hablan mal." entonces decimos en nuestro interior es mejor que piense que todo está en orden para no perder el dominio propio.
La madre adolescente de esta niña (a la cual llamaré Lucía), expresa que su hijita desde los tres años de edad presenta una conducta extraña, incluso cuando duerme con ella, apoya constantemente sus genitales externos en su pierna y realiza movimientos copula torios, nombre técnico "masturbación compulsiva", indicador fehaciente de abuso sexual infantil.
La madre desde que nació la bebé , tenía la costumbre de dejar a su niña dejaba al cuidado de una familia amiga, esto ocurrió por cinco años, hasta que la niña pudo relatar en los talleres del EPASI, los abusos sexuales a la cual era sometida.
Ante esta "revelación" o cualquier otra, de parte de un niño o niña, donde expresa verbalmente o a través de su conducta, que está siendo abusado sexualmente "siempre debe ser creída", por los adultos, porque los niños/as raramente mienten acerca del A.S.I. (Abuso sexual infantil) solo un 6 % miente acerca del A.S.I, pero existen análisis periciales donde se puede reconocer si el niño esta mintiendo o no.
"Nuestros niños y niñas son nuestra mejor reserva natural del mañana".
Cada uno de nosotros tenemos una obligación moral de denunciar, de no ser así estamos cometiendo delito de encubrimiento.

"A mi amigo, le gusta jugar a la pelota, él tiene 5. Ellos siempre le hacen, a mi no. Ellos le bajan los pantalones. Le agarran las manos y los pies, le tapan la boca, a mi no, yo no grito. Yo me quedo quietito mirando."
(Relato de un niño de 6 años)

Luego de esta revelación el niño (al cual llamaré Fernando), se hizo la "caca" encima. Debemos creerles a nuestros niños/as, porque el relato nunca va a ser claro y prolijo, porque el niño cuando habla de lo que le está pasando, tiene Flash-Back, (imágenes, recuerdos del abuso, que vienen a su mente sin pedir permiso).Esta situación es difícil y traumática, ya que al relatar el abuso, le produce situaciones de stress, de gran ansiedad y en este caso lo manifiesta con la "encopresis", es decir la no retención de las eses. Este es otro indicador fehaciente del A.S.I.


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